Esta vez seguro que hago mía tu respuesta, fuiste el primero en hacer cosas como esta. Me has hecho sentir realmente mal y supongo que yo te hice sentir igual. No me das tiempo para recorrer el laberinto de tu vanidad. Casi podríamos llevarnos bien como si fuera una necesidad. En el momento justo en que te abrís como a propósito no quiero entrar y cuando me abro yo te comportas horrible. Que será, será lo que Dios disponga para mí, para vos, para los dos. Que el cielo nos corresponda. Es tan evidente que te gusta que te atiendan, es tan increíblemente aguda tu destreza, es que te lleva a ser el alma de la fiesta. Debe ser la búsqueda del afecto. Ahora déjame decirte que en ese campo yo me puedo dar pero ante todo deberás saber que si me atacas me lastimarás. Fue tan extraño lo que nos pasó y sin embargo ahora estamos aquí, reclamándonos que, poniéndonos a prueba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario